Crónica de la Media Maratón de Avilés 2013.

Aquí os dejo la crónica, que nos ha enviado de la Media Maratón de Avilés 2.013 nuestro fiel lector y amigo del blog Félix, del Club Correr Asturias. Desde aquí las gracias por compartir sus sensaciones, y que para nada se sienta mal por como ha salido. De todo se aprende, y el hecho de tomar la salida y llegar a meta tiene muchísimo mérito. Otra Media más para la buchaca, cosa que yo no puedo decir por ejemplo.

Aquí os dejo sus sensaciones:

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra… en mi caso, y tres, y cuatro y las que hagan falta.

Ayer domingo se disputó la XXVII Media Maratón de Avilés, y allí estuve. No era una carrera que en principio yo iba a correr, pero al final fui. Desgraciadamente, mi compañero de carreras, el señor Azurmendi, a la sazón autor de éste ya mundialmente famoso blog, no me pudo acompañar por unas dolencias físicas de las que todos esperamos que pronto se recupere.

Con tiempo de sobra llegué a Avilés y a por el dorsal que me fui. Ambientillo de carrera y saludos varios, entre ellos con Jorge “Palanquinos”, insigne presidente de nuestro club “Correr Asturias”, y que iba a acompañar a un amigo en su primera media. Posteriormente haría un breve calentamiento con ellos.

De vuelta al coche, se desencadenaría una batalla entre el dorsal y mi persona. Gané yo, pero me llevó casi un cuarto de hora ponérmelo decentemente; hasta la camiseta me quité. Para mí que el problema eran los clips, demasiado pequeñitos. O yo, manazas profesional.

El tiempo estaba un poco desapacible: buena temperatura, pero con rachas de viento y llovizna a ratos.

Primera visita al baño y a calentar, primero en solitario y luego con Jorge y su colega. Vuelta al baño y ya me coloco en la salida. Empieza a llover con viento racheado. No veo nada con las gafas, así que a falta de poco más de cinco minutos para la salida corro hacia el coche y me pongo la gorra.

Últimos saludos a Valentín y Michi del Galga Lugones, y a correr…

Ver foto de primeros instantes carrera, nuestro protagonista es el corredor del medio:

El objetivo para el día era hacer un tiempo en torno a 1 hora y 45 minutos. Primeros 9 kms. Y todo parece ir bien. A lo mejor un poco rápido, ya que viendo los datos del Runkeeper a posteriori y lo que yo iba controlando con mi reloj el ritmo era en torno a los 5:01 min/km. En el cartelito de los 9 kms. mi tiempo era de 45:10…

Poco después del km. 10 nos juntamos una chica y yo y durante 5 kms. rodamos en torno a los 4:50 min/km, pero en el segundo paso por el Niemeyer ya tuve que dejarla ir; creo que esos kms. fueron mi perdición. En el paso por el km. 15 llevaba de carrera 1:44:15…

Foto paso de Félix por zona Niemeyer (de nuevo corredor del medio):

A partir de entonces, y hasta el 19, todos los kms. por encima de 5:10. Un paréntesis: para completar la media había que hacer dos vueltas a un circuito que a mí personalmente me gustó, con variedad de entornos para correr (calles con gente animando, senda peatonal, largas rectas). Lo que ya no me agradó tanto fue el que nos cruzáramos en puntos del recorrido los que iban con los que venían, aunque si es cierto que creo que no hubo mayores problemas. La entrada a la senda paralela a la ría era un poco problemática por su estrechez, pero sin mayor incidencia.

Pues en uno de esos cruces entre corredores en los que por un lado de la carretera íbamos unos y por el otro volvían otros, cuando ya discurría el km. 16, al saludar a Michi, que seguramente ya me vio flojete, me grita que espere a Abelardo Otero, que venía detrás de mí, miembro de mi club y al que había adelantado unos kms. antes,  para que fuéramos juntos. Así lo hago, que los que saben, saben…

En fin, aguanto con Otero hasta el km. 19. Pero fue pasar ese km. y… se acabó. Aunque mi compañero intentó animarme, no me quedó otra que decirle que se fuera. Hasta ese momento, el objetivo de acabar en el minuto 45 era factible, pero luego ya se volvió imposible.

Los dos últimos kilómetros fueron agónicos, a una media de 5:45 min/km. Fue una pájara en toda regla, como la de mi primera media en Trubia. Entro en la pista de atletismo y, joder, hay que dar otra vuelta además de la de entrada… pero ¿es que no ven como voy?...

En meta intento entrar de la manera más digna posible aunque estoy fundido. Tiempo oficial, 1:47:35, tiempo real, 1:47:19… mierda. Acabo agotado, muerto.

No es mi peor tiempo en una media por poco, pero es que no aprendo. La única vez que hice una media por debajo de 1 hora 45 min. fue la de Llanera de este año, con liebre hasta el km. 13 de 01:50 en aquella ocasión, creo recordar.

De ahí la primera frase de esta crónica. Sé lo que tengo que hacer, pero si no me llevan…  hala, ancha es Castilla, y luego pasa lo que pasa. Que ya soy mayorcito, narices. Casi siempre me sobran las últimas partes de las carreras, salvo excepciones. Voy a tener que hablar con los organizadores para que las quiten, por lo menos a mí jejeje…

No obstante, y a pesar de los tiempos y el sufrimiento, disfruté mucho, y cada vez me doy más cuenta de que prefiero estas distancias a las carreras más cortas. Más kilómetros y más sensaciones…

Y para finalizar, unas palabras acerca de la organización. Yo creo que bien: recorrido bien señalizado y sin coches, avituallamientos correctos, agua y Powerade en meta, masajistas, medallita para grabar tu tiempo (mucha cola para hacerlo, no esperé), bolsa-mochilita con botella grande de batido de fresa y botellita de un lácteo… faltaba algo de comer, eso sí. No había camiseta.

Veremos en la próxima, ya para el año que viene, que este año ya doy por finalizada mi temporada de carreras.

Y eso es todo, amigos.

Saludos runneros.