Estoy como una cabra...

Yo creo que no es noticiable esta apreciación sobre mi persona. Todos lo sabéis. Pero bueno, hoy lo hemos constatado nuevamente, al trasladar mi entreno madrugandero habitual de casa a Montecerrao a desde casa a Monte Naranco (500 metros más allá de parrilla Buenos Aires). A unos 520 metros de altitud, partiendo de unos 250 metros que está mi casa en La Ería.

Lo peor, es que pienso repetir. Fue una especie de ensayo para comprobar si se podía subir en condiciones de luminosidad adecuada, hasta donde se podía llegar en tiempo de entreno, etc. Porque mañana miércoles, debería estar esa zona nevada, y con suerte, poder correr mientras nieva, que es uno de mis deseos para este invierno.

Hasta Parrilla Buenos Aires hay desde mi casa 4,5 kms. según Garmin, y opté por seguir carretera arriba 500 metros más, justo donde una recurva en la que se gana bastante altitud. Ahí dimos la vuelta.

Tenía miedo a que no se viera ni para cantar, pero todo lo contrario. Sabía que tenía farolas hasta zona bares antes de Sta. María Naranco. Es dar la curva cerrada de los abres y toda luz artificial desaparece. Pero… se ve la carretera muy adelante con una cierta nitidez. Para nada es correr casi a oscuras. Puedes ver bastantes metros por delante, seguramente gracias al reflejo en el cielo de las luces de Oviedo. En otras condiciones de cielos igual la cosa cambia.

Aunque no me cayó ni una gota ni un copo, la subida mereció la pena por unas vistas espectaculares de Oviedo y alrededores, gracias a que había una gran visibilidad al haber hecho viento de noche. Precioso el panorama lleno de luces por todos lados.

Fue un entreno distinto, duro, porque salvo 200 metros es todo subir o bajar, pero que así sale uno de la monotonía diaria.

Mañana espero no matarme por esa zona al llevar viejos playeros Kayano que supongo tengan suela más desgastada. Si hay nieve sin pisar en asfalto, y ya no digamos hielo, habrá que darse media vuelta. Va a estar interesante la crónica de mañana…

Saludos loqueros.