Dentro de las circunstancias familiares actuales, sacar un hueco para correr es bastante complicado.
Esta tarde me quedó una hora muerta, e incluso mi mujer me ha animado a salir a correr. He de decir antes de nada que hoy tenía el día pensado de descanso de todas todas. Y no he ido. Reconozco que hice el intento, pero fue ponerme el pantalón corto y notar que mi cuerpo me pedía descanso, que no me apetecía correr, y que sería contraproducente hacerlo.
No debemos caer en el error del sobreentreno. Para asimilar lo corrido hay que descansar, si no caeremos en el dicho sobreentreno, y los efectos serían muy perjudiciales.
En cambio hemos hecho un entreno invisible yendo a comprar al Mercadona, con unas buenas series de empuje de carro en pasillos, y farlek de cuesta tirando de carro compra de vuelta a casa. Unas calorías seguro que cayeron. Lástima que en el carrito de la compra hubiese algún que otro producto con muchas más calorias presto a ser devorado este fin de semana...
Recodar siempre la importancia del descanso.
Saludos correnderos.
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