Muy importante si hacemos deporte regularmente es saber
escuchar a nuestro cuerpo, y saber interpretar acertadamente los mensajes que
este nos manda.
Desde que empecé mi nueva etapa running allá por Abril, he
notado que estoy corriendo y entrenando con mucha más cabeza que años atrás.
Supongo que será fruto de la edad, la experiencia, y que acertadamente pienso
que hay que atender las señales del cuerpo y no hacer barbaridades sin sentido.
Traigo este tema porque tras participar el domingo en las 24
horas de la Fresneda haciendo 16 kilómetros, lógicamente al día siguiente
lunes, pese a variar rutina habitual semana, pues tocaba descanso. Respetado
ese descanso, tocaría un madrugarunning ayer martes, pero, durante todo el lunes mi cuerpo dio señales inequívocas de que no había descansado lo suficiente, o
más bien, eso creo yo, que estaba acusando ya la carga de kilómetros que hemos
metido en Junio en pocos días. Sentía que mi cuerpo necesitaba ASIMILAR esos
entrenamientos con un día extra de descanso. Se lo dimos, faltaría más. ¿El
resultado?.
Pues que hoy miércoles, tras haber dormido pocas horas de
lunes a martes por barraca nocturna de la pequeña de la casa (como para haber
ido a correr esa madrugada…), sonó despertador (estaba hasta soñando), me
levanté medio zombi y con todavía restos del dolor de cabeza que sufrí la tarde
anterior, pero, allá que salimos a correr 8 kilómetros. ¿Resultado?
Un entreno muy bueno en cuanto a ritmo y sensaciones, dolor
de cabeza desaparecido en combate, y un sentirme descansado tras acabar y las
siguientes horas, cosa que no creo hubiese conseguido con una hora más de sueño
si me hubiera quedado en la cama.
Bendije por tanto el descanso extra del martes. Y ello me
animó a escribirlo en el blog.
Recordar, nunca entrenar más de 4 días seguidos.
Personalmente no hago más de 3 días seguidos. El DESCANSO es vital para el
corredor. Recordarlo siempre.
Saludos correnderos.
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