Crónica XXVII Media Maratón Ruta Reconquista (31/05/2014).

Compartimos con vosotros, la crónica de la XXVII Media Maratón de la Reconquista celebrada el pasado sábado 31 de mayo entre Cangas de Onís y Covadonga, que nos ha enviado el lector del blog Félix:

En esta ocasión, mi participación en esta carrera implicó a toda la familia. Como la prueba se disputaba a las 18:30, mi intención era hacer una visita a Covadonga por la mañana para luego comer en Cangas de Onís y después correr la Media.

Sobre las dos de la tarde llegamos a Covadonga, en un día nuboso y gris, pero sin frío y sin lluvia. Tras la visitas de rigor (basílica, cueva…), y siguiendo el plan previsto, a Cangas a comer hacia las tres. Comida y a recoger el dorsal en el polideportivo municipal.

Ambientillo en la recogida del dorsal y primeros encuentros con gente del club (Tiano y Miguel). La camiseta muy chula, de manga larga para no pasar frío, pero que no voy a usar. No la probé allí mismo y ya en casa comprobé que la talla L me quedaba bastante pequeña. En fin, un buen amigo se la quedará.

En la salida nos hacemos una foto casi todos los miembros del Club Correr Asturias que participamos en la carrera (Tiano, Pablo, Javier, Agustín, Mino, Luis, Andrés…), y hala, unas risas y a correr.

Tenía claro que me iba a tomar con tranquilidad los kilómetros hacia Covadonga, y consideré que esa tranquilidad la encontraría siguiendo a la liebre de 1:50. Ya habría tiempo de apretar a la vuelta…

Charlando con Pablo, miembro del club, y saludando también a algún compañero de trabajo que por ahí andaba, pasaban los kilómetros entre 5’ y 5’15’’. La cosa va bien, pensaba yo. Pero en el km. 8 me voy quedando del grupo de 1:50. ¿Qué pasa? No es una pájara, no fastidies, que llevamos 8 kms. por encima de 5’. ¿Qué me está pasando...?

Sin remedio, veo alejarse al grupo. Pablo se gira y le hago un gesto de que no puedo y que tire para adelante. Fastidiado porque no entiendo nada, continúo, y los kms. 8 y 9 los hago a 5’22’’ y 5’21’’. Ya no voy nada bien, y la subida a Covadonga me va a rematar.

Y así ocurre. 5’54’’ el km. 10 y 6’59’’ el 11. La jodida subida (perdón por el lenguaje) no se acababa nunca, y estuve a punto de ponerme a andar en algunos momentos de lo mal que iba. Cuando ya estaba llegando arriba me crucé con Pablo que ya bajaba y que en un gesto de compañerismo que agradezco sinceramente me pasó un poco de un gel. Le daría pena jajaja, debía de tener una cara…(ver foto para cerciorarse...):

 Doy la vuelta a la rotondilla de la basílica y para abajo de vuelta a Cangas, mentalizado para simplemente acabar, dejándome llevar. Voy fatal de piernas, ye lo que hay. Bastante gente me pasa en estos últimos 10 kms., los cuales hago en torno a 5’30’’ el km. Ya solo quiero bajar de las dos horas en meta.

Bebo en todos los avituallamientos y los kilómetros pasan más despacio de lo que yo desearía: 15, 16, 17, 18, 19… una vuelta a la ruta del Colesterol de la Corredoria y ya llego. No falta nada, ya casi estoy. Menos mal, esto ya es un poco agónico. Pero se acerca el mejor momento de la carrera.

A falta de unos 100 mts. veo a mi mujer con cara de “dónde narices se habrá metido este que me dijo que tardaría poco más de hora y tres cuartos” y a mis hijos, que al grito de ¡¡papá, papá!! me cogen de la mano y recorren conmigo los últimos metros. Genial. Foto del precioso momento (nota Papi Running: vease como Cristina del Esportate aprovecha para adelantar a nuestro amigo Félix embriagado del momento familiar):

La entrada en meta con mis niños fue flipante, pero parece que no se puede hacer. Al menos eso fue lo que me advirtió un miembro de la organización aduciendo problemas con el seguro que podía suponer una sanción a la organización. Me cogió de sorpresa, la verdad, y le dije que no tenía ni idea de que fuera así.

El tiempo neto final fue de 1:56:37, con diferencia mi peor tiempo de las siete MM que llevo disputadas. Ni en entrenos, vamos.

Y nada, después del subidón final y de pasar la meta me entra una sensación de agotamiento brutal. Saludo a Cris, de Esportate, que me alcanzó ya llegando a meta, devuelvo el chip, recojo las viandas de la bolsa del corredor, la bebida isotónica que me bebo de un tirón seguida de una caña de cerveza (con pequeño mareo además) y a intentar recuperar.

Me juro a mi mismo que no voy a correr más MM hasta sabe Dios cuando (desde luego, en la MM de Oviedo que no esperen por mí), que me voy a pasar toda la semana sin salir a correr y no sé cuantas cosas más…

Tenían razón los que me decían que esta carrera era preciosa por el entorno, el ambiente y la organización. Estoy de acuerdo. Volveré, que la jodía me debe una.

El domingo me duele todo, sobre todo las piernas, y me cuesta un triunfo levantarme del sofá o de una silla. Ando en modo “robocop” y, curiosamente, la cadera, que llevaba toda la semana doliéndome y que en la carrera no supuso mayor problema, es lo único que no me molesta. Al día siguiente estoy perfectamente.

Intento analizar lo que me ha pasado. ¿Cansancio general? Tal vez. Llevo bastantes kms. este año para lo que soy yo y algún que otro entreno bastante duro (cuestas, series), y si que es cierto que en el último mes me notaba un pelín cansado. Voy a descansar unos días y durante una temporada limitar los kilómetros que haga en cada entreno siguiendo los consejos que me dan por ahí. A ver si los sigo…

P.D.:  El domingo por la noche me apunté a la MM de Oviedo… no tengo remedio