martes, 7 de julio de 2015

Crónica de La Batallona de Somiedo 2015 (05/07/2015).

Última crónica de la temporada correndera 2014/2015, que comenzó a primeros de Septiembre. Disculpas primero por no haber podido escribir crónica de la Media de Oviedo, pero estuve mal de tiempo, y ya creo que no viene a cuento.

Lo dicho, este pasado domingo 5 de Julio competí por última vez hasta que iniciemos nueva temporada en Septiembre. Y lo hice en la Batallona de Somiedo, prueba a la que tenía muchas ganas, quería probar todo lo que había escuchado y leído. Y me prestó vivirlo en primera persona.
La carrera transcurre entre el Alto de la Farrapona en Somiedo, a más de 1.700 metros de altitud, hasta la capital del concejo, Pola de Somiedo, a 700 y pico metros. Puede parecer que es todo bajada, pero tiene sus cuestas y repechos en primera parte carrera.

Carrera a la que acudí acompañado de mi amigo y compañero de Club y fatigas Félix. Sin ninguna pretensión, conocer carrera, disfrutarla, y con ciertas dudas de estado de forma, tras un mes de Junio solo cumplidor, sin alardes, y sin pisar Naranco desde hacía un mes. Por tanto, entrenos de monte cero patatero llevaba en las piernas. Aderezado con alguna molestia en rodilla derecha en alguna de mis últimas salidas correnderas. Panorama para ver que pasaba y ser muy cauteloso por tanto.

Tras un viaje desde Oviedo que me resultó ameno y corto para lo previsto, recogimos dorsales y camiseta, habiendo tiempo a cafetín, con saludos a conocidos de las carreras. Y primeros cruces de impresiones con corredores experimentados en esta carrera. Desde estas líneas agradecer a Isidro la foto que nos sacó a Félix y a mí en alto Farrapona, y que ilustrará esta crónica.

Luego viaje en autobús hasta Alto Farrapona, que se hace algo largo, pero los paisajes y el entorno lo merecen. En el alto, no hacía frío, la niebla estaba más bien alta, y el día con pinta de abrir en cualquier momento.

Foto de los participantes del Club Correr Asturias:


Foto con Félix antes salida (gracias a Isidro por la misma):


Tras discursos capitanes equipos, e interpretación de los himnos regionales, se iba a dar salida. Ver fotos aéreas (gracias a un dron que tenía organización) de estos momentos:




Sin duda imágenes espectaculares.

Y como así veis comenzaba la carrera, cuesta abajo, primero en asfalto, y luego ya en pista pedregosa. Pista que se tornaba luego cuesta arriba, manteniendo una buena anchura, lo que permitía ganar posiciones sin problemas a los corredores que corrían y no caminaban. Hubo un detalle que no me gustó, y es que en la segunda recurva de este recorrido, unos cuantos corredores “atajaron” por un pequeño camino anterior a la curva, ganando unas posiciones y evitando hacer unos metros de más. No entiendo de verdad estas actitudes. Es una carrera de montaña, pero esto no significa que se pueda correr por donde nos plazca. El sendero era muy ancho claro, y no había duda de por donde se debía pasar. Sin acritud, solo quería comentar este hecho. Supongo que más corredores se habrán percatado.

Justo antes de esta recurva, Félix pasa de correr a caminar y me dice que tire para adelante. Mi idea era hacer carrera con él, pero no esperaba que pudiese comentarme esto tan pronto, porque hasta ese momento iba a su rebufo. Pensando en la cantidad de bajada que habría luego, y sabiendo que no es su especialidad, y que igual le forzaba a bajar más rápido de lo que quisiera, mantengo trote y me alejo poco a poco. Intentando subir lo más rápido posible pero sin gastar excesivas fuerzas.
En esta zona el cielo se había abierto, y lucía el sol, dejándonos unas vistas preciosas del lago de La Cueva y del Lago Calabazosa.

Ver foto de esta zona, donde intento correr más que caminar:


Adelanto a corredores, otros también me pasan, hablo con algún conocido, y entramos en una majada extensa, preciosa, donde la hilera azul y roja de corredores parece no tener fin. Terreno más favorable, pero hay que correr, y coger el firme mejor en cada momento, por lo que no hay relajación posible. A lo lejos ya se atisba una pequeña subida. Al final de la cual estaba primer avituallamiento (aprox. km.5). Parada breve a beber agua, echar algo sobre cabeza que apretaba el sol, y para abajo que parecía favorable.

Y si lo era, se iniciaba el descenso hacia el Lago del Valle, bordeando siempre una ladera, con impresionantes vistas, que no se podían disfrutar en exceso, ya que la bajada era lo más técnico del recorrido, camino muy estrecho, mucha piedra, y un polvo que molestaba bastante al ser levantado por corredores precedentes, y que ocultaba en muchos puntos las piedras.

En mi avance en subida y majada, me había situado en un punto de carrera donde la gente iba bastante rápido. En dicho descenso nadie aflojaba, y se bajaba muy fuerte. Me gustó, y estaba yendo a ese ritmo sin excesivos problemas y disfrutando el correr rápido por esa zona. Hubo algún resbalón y torcedura, incluso una pequeña medio caída, pero nunca perdí ganas de bajar fuerte, al ritmo de todos. Esta parte es de ir de uno en uno, aunque siempre algún corredor se la juega para conseguir adelantar. Quedaba muchísima carrera y con terreno para ganar o perder posiciones, no veía muy lógico arriesgar en esta zona. Pero allá cada uno.

Finalizado este tramo, que lleva un buen tiempo, parece no va a acabar nunca, se llega al borde del lago del Valle, junto a uno de sus muros de contención está segundo avituallamiento, esta vez con sólido (trozos de naranja). Devoro lo más rápido posible dos o tres trozos, bebo agua en varios sorbos, y de nuevo a correr. No soy de pararme en exceso en avituallamientos.

Tras este avituallamiento algo de pradería medio llana, y enseguida, bajo siempre un precioso bosque, bajada hacia el pueblo de Valle del Lago, por pista/sendero, con piedra suelta en muchas zonas, a veces en mejor estado a veces más delicada. Aquí, tras un rato bajando, es donde más posiciones pierdo en carrera, ya que muchos corredores bajan muy fuerte. Es factible hacerlo por firme e inclinación, pero mirando Garmin, y llevando 11 kms. con otros tantos por delante, prefiero bajar no tan fuerte. Queda mucho, no conozco si habrá tramos que se hagan duros, y el bajar muy fuerte puede cargar cuádriceps y pagarlo en parte final.

Cuando el descenso más fuerte cesa, ya me establezco de nuevo en un punto que ni rebaso corredores ni soy rebasado. Y es donde me alcanza el compañero del Club Mino, al que hacía por delante. Lo cual me hace ver que estoy haciendo buena carrera. Iniciamos una animada charla futbolera, sin aflojar ritmo, pero siendo rebasados por algunos corredores. Presta ir algún rato acompañado, y distraerse en una conversación que hace más fácil el paso de los kilómetros. Ver una foto de este momento:


Juntos llegamos a avituallamiento de Valle del Lago, donde me paro a comer bien de naranja, y beber agua. Mino queda algo por delante, y le digo que siga, que lleva mejor ritmo. Las fuerzas empezaban a disminuir y la calculadora decía que tocaba calma.

Sobre km.17 empiezo a notarme muy bien de fuerzas, curiosamente he notado en esta distancia/momento muchas veces tal situación. Es como si el cuerpo hubiese acabado el tramo de “tirar” de lo ingerido (cena/desayuno), y tras un pequeño receso (la sensación de que fuerzas flojean), empiece a tirar de reservas, ayudado por lo ingerido en avituallamiento, y la maquinaría vuelva a funcionar a pleno rendimiento. Disfruto mucho estos siguientes 3-4 kms., bajando con fuerza, ganando posiciones, y viendo que iba a hacer un buen tiempo en meta.

Dicha gasolina pareció acabarse en km. 21, caramba, a uno de meta, que oportuno... Y en un pequeño repecho antes de salir a carretera, sufro, pero mantengo un ritmo decente. En carretera corta bajada de cierto desnivel, para volver de nuevo a sendero. Y ya con Pola de Somiedo a la vista, casi tocando con los dedos sus tejados, veo que tengo a pocos metros delante a Mino de nuevo, acompañado por Pablo (compañero también del Club Correr Asturias). Justo cuando finaliza tramo carretera y entramos en un nuevo sendero, Mino aprieta el ritmo y le sigo. Bajando como auténticos aviones hacia meta. Una gozada entrar en Pola Somiedo, y disfrutar del ambiente, y de esos metros finales plagados de público. Disfruto llegada entre pasillo de gaiteros, y logro entrar fuerte, aunque no tanto como Pablo, que nos mete una pasada en línea de meta espectacular...

Tiempo final 02:18:31, y puesto 217 de 501 llegados a meta. En primera mitad de carrera por tanto, lo que me supuso una buena alegría. Para preparación que llevaba de nuevo había logrado sacar lo máximo de mí, correr con cabeza, y sacar el máximo rendimiento posible. Un broche de oro a esta temporada.

Ver diploma que organización facilita para su descarga a los que finalizan prueba. Atestiguando lo realizado:


En Septiembre espero escribir otra crónica, la primera de la nueva temporada. Aunque puede que en verano haya una sorpresa estival....

Saludos correnderos a todos, y muy buen verano.


3 comentarios:

  1. Muy buena carrera,la verdad que esos paisajes no tienen precio...Enhorabuena por la temporada.

    ResponderEliminar
  2. Eres un crack correndero, Manuel... y un gran tipo.

    Felices vacaciones!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú si que eres un fenómeno. Y gran carrera también por tu parte.

      La verdad, que me encuentro muy a gusto en estas distancias, y cada vez disfruto más estas carreras. Habrá que trabajar mejor temporoada que viene para poder afrontarlas con más potencial.

      Eliminar