viernes, 6 de mayo de 2016

Crónica II Trail La Pisada del Diantre (01/05/2016).

Vamos con la crónica de la carrera más larga y dura que he realizado hasta la fecha. El II Trail la Pisada del Diantre, con 29 kms. y 3.200 metros de desnivel acumulado.

Sin duda una carrera que quedará por siempre en mi recuerdo, y el fin de semana también, al pasarlo con la familia y la de mi compi Félix en una casa rural cercana a Colunga. Siendo un finde muy muy gratificante.

Pero vamos con la carrera en si, que tuvo miga, mucha miga.

Ya sabía que no llegaba en mi mejor forma, no hubo forma de compensar el pequeño parón tras Trail Gijón y la posterior vuelta a la actividad que siempre es cautelosa. Pero también notaba que los entrenos de cuestas y gimnasio habían logrado que ganara en fuerza y resistencia. Y no me notaba mal subiendo.

Con no más pretensiones que acabar la carrera, disfrutarla, y no hacer esperar mucho a la familia en meta partí de Lastres, previas fotos de grupo de rigor, y también con los compañeros de fin de semana Félix y Nacho:



La idea era no gastar muchas fuerzas en los primeros 12 kms., y poder afrontar la subida al Pienzu entero, y ahí si, ya subir sin reservas al mejor ritmo posible.

Las primeras sorpresas llegaron pronto, ya que las zonas de pedreros en costa eran más abundantes de lo que pensaba. Y aunque tenga su gracia cruzar por ellas, cuando llevas varios ya pierde esa gracia. Y cansa tener que caminar y con mucho cuidado por piedras sueltas, subir rocas, bajar, tener cuidado con zonas con verdín/algas, etc. Ver foto de un momento de paso por los pedreros:


El paso de las playas de la zona es precioso, y voy charlando cada poco además con Rubén, un corredor conocido, y que comanda un grupito al que me uno en esos kms iniciales, y que me hacen más llevadero este tramo. Foto tras abandonar esta zona de senda costera, superando un muro para salir a tramos asfalto:


Y juntos llegamos hasta avituallamiento km. 7, en aparcamiento playa Espasa, donde tras avituallarnos, pasamos debajo autovía por un pequeño túnel. Y ya vamos camino de sierra Sueve, y hacia terreno más montuno.

Aprovecho antes de que terreno se empine más a vaciar la vejiga, y en seguida vuelvo a enlazar con este grupo. Grupo que abandono al pararse ellos a mismos menesteres, quedando por delante, en una pista de tierra y grava muy ancha, con ya claro desnivel hacia arriba. Paso a corredores que caminan, ya que considero que puedo correr en esta zona, que este desnivel es ligero, y así voy avanzando posiciones, para tras cruzar carretera a Fito coger ya caminos de acceso a bosque Biescona. Foto de este inicio de acceso a Biescona:


El bosque se va cerrando, y el paisaje ya es espectacular, precioso. No digamos ya metidos de lleno en el hayedo de la Biescona. Tal parecía el territorio de elfos y hadas de las películas del Señor de los Anillos. Pero Frodo no andaba por allí, pero si el crack Manu, compi del club y de la página Carreras Asturias, que me saca un montón de fotos a su paso.


Se abre poco a poco el terreno, va desapareciendo el bosque según nos acercamos a la majada de Bustacu, km. 17 de carrera, avituallamiento importante cara a ascenso Pienzu, y donde había control de tiempo de 3 horas. Y caramba, ya llevaba 2 horas y ni pista del mismo. No iba a pasar tan sobrado como pensaba. Llego en 2 horas y 26 minutos, me avituallo muy bien, con calma, bien de plátano, bebo bastante isotónica, y para arriba por la pista que teníamos justo enfrente. Pista de caminar, pero donde me sigo encontrando bien. Desde km. 12 hasta esta subida no me había adelantado nadie, y yo había pasado a bastantes corredores. Aquí me pasa una chica, y luego en giro para subir a piñón hasta cima, pierdo 2 o 3 posiciones, ya que me lo tomo tranquilo, que el desnivel es brutal, y te pone los cuádriceps al rojo vivo.

Por fin estábamos junto a la cruz, donde había un punto de cronometraje. Lo cruzo y por fin con ganas de correr ya bien, y empezar la bajada hasta Colunga, sabiendo de que quedaba un duro repecho en Carrandi. Pero oh sorpresa, primer tramo bajada demasiado empinado e irregular, no se podía lanzar uno mucho, y había que bajar en una especio de zig-zag frenándose todo el rato, con los cuádriceps echando humo a cada pisada. En una de esas frenadas no logro pararme, y me tengo que apoyar en un arbusto de espinos, dejando un grato recuerdo en mano derecha con multitud de pinchos clavados.

Salvamos situación como podemos, cada corredor baja por un lado, no hay ruta establecida para bajar, y en un giro a derecha veo uno de los paisajes más espectaculares que jamás haya contemplado. Vista de toda la costa, con zona de La Isla dándole el sol, y el mar, de un azul intenso abarcando hasta horizonte de una forma que tal parecía estuviera inclinado. Espectacular.

A partir de aquí menos inclinación, pero terreno con mucha piedra y con algo de barro de pisar todos los corredores precedentes. Mucha cautela, y ya empiezo a nota molestias en costado derecho, que en km. 20 se convierte en dolor, haciéndome parar unas cuantas veces a caminar, incluso pararme del todo, e intentar respirando tranquilo disminuirlo. Me asusto un poco la verdad. Estoy en medio de la nada, en mi límite de tiempo que jamás haya superado corriendo (3 horas), y el cuerpo estaba protestando. No se si fue un pequeño muro, un flato, o que la bajada brutal te deja esa zona tocada, pero estuve buen rato con molestias. Y el ritmo ya muy flojo, siendo superado por otros corredores, y penando no poder ir más rápido en zonas propicias.

Poco a poco desaparece, aunque en ocasiones volvía por zona estómago, y tras avituallamiento líquido de km. 22 parezco encontrarme mejor. Pero terreno no permite alegrías bajando, no logro coger ritmo ni correr a gusto.

Confirmo mi maldición a esta bajada, y más mirando perfil carrera del dorsal, donde todo parece muy fácil. Y así, me aproximo a repecho de Carrandi, que pese a su extrema dureza, una cuesta de cemento durísima y que parece no acabarse nunca, disfruto. Si, la disfruto. Justo antes de iniciarla me paro, y me quito térmica, para quedar solo en camiseta, y a subir, que pega el sol ya de lo lindo, y hay que ir ligero. Y caminando, pero a buen ritmo, voy pasando a los corredores que llevo delante, y metiendo distancia con ellos en este corto tramo. Confirmo que lo mío es subir, y como ya no tengo molestias en zona barriga disfruto ya de la carrera, aunque me preocupa irme de tiempo. Llevo ya casi 4 horas, pero caramba, quedan 4-5 kms. y por mal que se de, se podrá correr y llegar en 4 horas y media sin problema. ¡¡ Error !! . Tras avituallamiento de Carrandi, tras unos metros de asfalto que me saben a gloria, desvío hacia camino en mal estado, muy levantado por el medio, con grandes surcos a los lados, fruto del trabajo maderero en la zona. Y la velocidad por km. se mantiene alta.

Luego más toboganes, por zonas de eucaliptos que me recuerdan a los senderos del Naranco. Aunque no suelo correr por ellos tras 4 horas de tute, y cada pequeña subida es un pie a tierra.

Veo de repente al fondo las casas de Colunga, por fin, y más si cabe cuando ya en asfalto visualizo torre de la Iglesia. Está a la vista, meta está pegada, no puede quedar mucho.

Corro entre varios corredores sin ganar ni perder posiciones. Todos vamos ya justos. Pero logro correr a un ritmo decente para situación, logrando ver en Garmin ritmos más asfalteros que los 9, 10 y más minutos por kms. del resto de carrera.

Y ya situado cerca de calle inferior a la de llegada, me preparo para guardar unas pocas fuerzas de las que quedan, para entrar con solvencia en meta, y disfrutar de la llegada donde esperaban mis hijos. Al entrar ya en calle principal Colunga los diviso, veo que han hecho pompones con bolsas de la compra, lo cual me alegra porque veo que han estado entretenidos en la casa rural mientras sus locos papis corrían por el Sueve. Entro con ellos en meta, donde además tras esta había varios compañeros del Club dando ánimos. Muy emotivo y reto conseguido. Ver fotos del momento:



Tiempo oficial: 04:37:43, puesto 213 de 262 llegados.

Ya finalizada carrera, me encuentro bastante bien, nada que ver con malos momentos antes comentados. Y tras un breve refrigerio, me uno a las familias a esperar la entrada de Félix. Y en estas que aparece Nacho ya duchado, fresco cual rosa, que se había marcado un carrerón entrando en 3 horas y 50 minutos. Me había metido 47 minutos.

Seguimos esperando a Félix, y nos empezamos a preocupar por su tardanza, y por una llamada que recibió su mujer Mónica y que se cortó. Les tranquilizo diciendo que fue muy duro, y que puede ser normal que entre en más de 5 horas. Y por fin aparece, entra con sus hijos en meta, y la fiesta ya es si completa. A partir de aquí seguimos disfrutando de un gran fin de semana en la zona, sin duda para repetir, pero no la carrera. No me gustó la parte de bajada, y tampoco tanto pedrero. No es la carrera que mejor se adapte a mis posibilidades, y supongo me incline por pruebas distintas, menos duras y más corribles.


Aquí finalizo este tocho. Saludos correnderos.

7 comentarios:

  1. No te quites kms, en la charla del dia anterior dijeron que eran 30. Gran carrera !!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Encantado de conocerte en tan duras circunstancias Ramón.

      Eliminar
  2. Totalmente deacuerdo contigo Manuel. La carrera, preciosa, las vistas insuperables, el ambiente de diez y el día en resumen espectacular. Pero la bajada fue eterna para mi. Demasiado larga y técnica en algunos puntos, hasta el punto de agradecer como agua de Mayo las subidas. Mis tobillos iban al límite. Aún así espero poder encontrarte en màs como esta y disfrutar de tus crónicas. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Igualmente. No dudéis en hablarme si me reconocéis en carrera. Encantado de saludaros.

      Eliminar
    2. Manuel ya está acostumbrado a la fama jajaja

      Eliminar
  3. Gran crónica, gran carrera y gran fin de semana. Y no digo más.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y punto pelota ¡¡¡ Nos vemos en la próxima. La revancha a Manuel ¡¡¡

      Eliminar