Primer fin de semana de Abril, y disputando la 7ª Carrera de
este año 2015. Vamos por buen camino, compitiendo con regularidad, y lo mejor,
con garantías, buenas sensaciones, y resultados bastantes aceptables.
Tocaba una carrera especial, el IV Trail Costa Quebrada que
se disputa en la localidad de Liencres, perteneciente al municipio cántabro de
Piélagos. ¿Por qué es especial esta carrera? Lo primero porque colabora en
organización de la misma mi amigo Nacho,
habitual lector y comentarista de este blog. También especial por ser fuera de
Asturias, lo de competir fuera de la tierra es algo siempre distinto. Y por
último, por su belleza, paisajes y parajes singulares y únicos. Pocas carreras
podrán correr por terrenos similares justos al borde de los acantilados de la
costa cantábrica, añadiendo luego zonas variadas como pinares, y pequeñas
montañas costeras con vistas espectaculares al mar y a los Picos de Europa.
Pese a que la prueba, constante de 21 Kms. no comenzaba
hasta las 11 horas, tocó madrugar. Unos 180 kms. nos separaban de nuestro
destino en Liencres. Y para allí me fui con mi compi de Club y fatigas Félix, y
Roberto, otro amigo de juventud y buen amigo de Nacho.
Llegada con tiempo para café y charla, entrega de dorsales,
y poco a poco llegó hora de cambiarse y ponerse en línea de salida. Por
desgracia, las tareas organizativas como es lógico nos privaron de poder estar
casi con nuestro amigo Nacho. Los pocos momentos en que coincidimos como
siempre todo atenciones y explicaciones sobre carrera. Gracias por todo compi.
Ya sabíamos antes de salida, que el barro estaba ausente
casi en absoluto en recorrido, y eso nos tranquilizaba. La zona costera con
barro es delicada, y en seco se podría correr bastante bien.
Pasamos control de dorsales, y a línea de salida. Tras
rebuscar una y otra vez entre los corredores, logro por fin ver a otro corredor
asturiano acercarse a la salida, Enrique, del que sabía de su asistencia a esta
prueba, y que por desgracia no pude compartir más tiempo antes de la carrera.
Algún consejo recuerdo comentarle, y deseándole suerte nos disponemos a partir.
Con música, y gran ambiente, se da la salida a la prueba. Un
tramo poco vistoso de asfalto es el que afrontamos primero, pero necesario para
que carrera se estire, y no se formen embudos y atascos en zona de costa, de
acantilados, donde gran parte del tiempo hay que ir en fila de a uno. En esa
zona se quedan atrás Roberto y Enrique. Ya no los vería más hasta meta. Y Félix
y yo seguimos juntos este tramo rodando a 5 muy bajo, e incluso saliendo un km.
de estos 3 iniciales a 04:35... (decir que en este tramo hay una bajada tendida
pero de cierta distancia antes de acceder a la zona de acantilados).
Por fin, porque de eso se trata, de correr por tierra,
hierba, piedras, ...llegamos a la zona de acantilados, dejando a nuestra
derecha una preciosa playa, y más al fondo la ciudad y bahía de Santander.
Félix sigue conmigo, no quiero lanzarme ni forzar ritmo, y
cuento llegar lo máximo posible juntos. Pero, en una de las primeras cuestas
(tampoco nada del otro mundo) casi todos corredores que iban justo delante se
ponen a caminar. Y yo subo corriendo con cierta facilidad y paso a un montón de
gente en pocos metros. Igual tal hecho hizo que mi ritmo se fuera un poco, y
oigo decirme a Félix, que tire, que vaya para adelante. Sintiendo perder su
compañía tan pronto, reafirmo el ritmo de la subida, y la acabo bastante
fuerte. Me he quitado como 10-12 corredores en unos 30 metros sin exagerar. Y
ya en solitario el ritmo sería el que mejor se me adecuara.
Ritmo que mantengo intenso, sin relajación, disfrutando del
correr donde se puede, y bajando con cuidado pero sin aflojar en los
“escalones” costeros. Voy pasando corredores poco a poco, hasta que voy
encontrando mi zona de carrera. Al llevar delante corredores a ritmo similar al
mío. Aunque igualmente sigo ganando puestos en los acantilados.
Ver foto de unos de los pasos por zona de piedra de los acantilados:
Casi sin darme cuenta, porque esta zona es bastante corrible
y con espectaculares paisajes, nos metemos casi en la mitad de carrera, tocando
el km. 10. En avituallamiento previo del km. 7 me paro muy poco a tomar unos
sorbos de isotónica. El tramo de costa estaba tocando a su fin, y lo había
disfrutado y me sentía con muchas fuerzas. La salida y cambio de la costa a la
zona del pinar, es bastante durilla. Primero un corto pero siempre molesto
tramo con arena de playa en camino, que da acceso a una pista de asfalto en
clara ascensión. Aquí algunos corredores vuelven a caminar, y yo me mantengo
corriendo, que hemos venido a correr lo máximo posible. Gano alguna posición
antes de pinar por tanto.
Ya en pinar, el recorrido es de ligeros sube y bajas, entre
un inmenso bosque de pinos. Muy corrible, siempre teniendo cuidado con raíces.
Me junto a un grupo de corredores, y me mantengo un rato a su rebufo. Parece
buen ritmo, vamos bastante lanzados, y decido seguir su estela. Se que después de pinar, está avituallamiento
km. 14, y tras él toca la subida al Pico Tolio, lo que viene a ser caminar,
mejor dicho trepar en fila de a uno durante casi un km., por lo que se podía
correr con ganas en este tramo de pinar.
Llego a dicho avituallamiento de km. 14 ganando alguna
posición más, y empezando a comprobar que puedo hacer una marca que no pensaba.
Estoy muy poco por encima de la hora de carrera, y aunque queda lo más duro no
dejan de faltar 7 kms. a meta.
Bebo isotónica de nuevo en este avituallamiento, y como un
trozo de plátano. Lo único sólido que comí en esta prueba. Y nada más salir de
avituallamiento, ya el monte Tolio que nos saluda con una serpiente multicolor
ascendiendo en fila de a uno.
La subida, se me hace llevadera, es a ritmo de casi
escalada, teniendo que dar zancadas amplias, subiendo mucho pierna y pie, para
ascender por su escarpada ladera. Lo afronto sin para nada intentar avanzar
posición alguna, y aunque parezca difícil subiendo como descanso, cogiendo
fuerzas para lo que queda. Siempre hay que correr con cabeza, y aunque la
subida sea dura, al hacerse a ritmo tan lento, se puede uno recuperar, y coger
fuerzas. Así lo hice, lanzándome para bajo cual poseso nada más coronar. Y
haciendo un tramo de descenso por caminos muy corribles a todo lo que daba. Y
acabando este continuado descenso en una vaguada, donde estaba grabando carrera
un dron. Hay ganas de ver sus imágenes y video.
Para finalizar carrera, quedaban las andanzas por el otro
Pico de la Prueba, La Picota, que ascenderíamos por diferentes lugares en dos
ocasiones.
La primera ascensión conllevó algunos tramos de caminar, pero
sin barro, se avanzaba a buen ritmo. Y tras coronar y disfrutar de nuevas
bajadas, la segunda subida se hizo ya más dura. Pero como suele pasar en estas
pruebas, más duro fue un tramo de asfalto previo a esta subida final. El retorno al asfalto siempre es duro en los
trails, y más cuando aún no está la meta muy cercana. Se me hace más ameno al
haber gente animando, y niños/as chocando la mano a tu paso. Son detalles que
se agradecen.
Antes de esta subida final, en torno a km. 17, último
avituallamiento, donde bebo bastante isotónica. Las fuerzas ya flojean algo, no
se sube tan fácil caminando, pequeños tropezones fruto de ese cansancio, pero
ya queda tan poco, y no soy sobrepasado por ningún corredor, que la moral sigue
intacta, y más viendo el crono que aún no ha llegado a las 2 horas.
Finalizada esta subida que se hace bastante larga, nos
informan que ya solo queda cresteo por la citada Picota, y bajada a Liencres a
la meta. Quedan 2 kms. y el bajar de 2 horas y 30 minutos está hecho salvo
hecatombe. Por lo que me animo a forzar, y acabar lo más fuerte posible,
buscando parar el crono lo más bajo que pueda.
Suena ya la música de meta, me digo a mi mismo que he hecho
un carrerón, que hay que rematar en este final, y así lo hago. Bajando lo más
rápido posible hacia Liencres, arriesgando en alguna curva bastante
pronunciada, pero siempre buscando el disfrute. Ver foto de este tramo:
Llegamos a carretera, quedarían 500 metros a meta, y esta
vez, las fuerzas parecen más intactas en el asfalto que otros finales de trail.
La hilera de corredores en fila de a uno se mantiene, y ni sobrepaso ni me pasa
nadie. Los huecos son los suficientemente espaciosos para que a estas alturas
ya nadie pueda avanzar tanto como para adelantar a otro corredor. Y así llego a
la preciosa línea de meta, vallada, profesional total. Un lujo. Veo a un
corredor que va a entrar en meta con su hijo pequeño, pienso en respetar y
entrar detrás, pero hay demasiado hueco y esprinto y entro unos metros por
delante. Había hecho una gran marca y no quería regalar segundos al final.
Ver fotos llegada:
Emotivo abrazo con Nacho en llegada, al que le trasmito mis
buenas sensaciones y el disfrute de la prueba, y él me felicita por mi tiempo.
Tiempo oficial: 02:22:57
Puesto: 238 de 504 llegados
Me voy rápido al coche a cambiarme para no enfriar mientras
espero al resto de expedicionarios asturianos. Y disfruto viendo sus llegadas.
Luego un poco de cocido montañés proporcionado por
organización para reponer fuerzas, y tras despedirnos de Nacho, rumbo a Oviedo
en busca del merecido descanso de los guerreros astures.
Sin duda, año que viene repetiremos si nada lo impide.
Como curiosidad final, y detalle de organización, tenemos disponible un video con el paso de cada corredor por distintos puntos de la carrera y la entrada en meta. Te lo envía por email a cada corredor, cada video personalizado. El mío es el siguiente:
Esto es una crónica y lo demás son tonterías.
ResponderEliminarTal vez tu mejor carrera hasta la fecha.
¡¡ENHORABUENA CAMPEÓN!!
Como ya te he dicho: ¡¡¡CARRERÓN!!.. Si señor. Un gran tiempo.
ResponderEliminarOs esperamos el año que viene con los brazos abiertos.
Muy buena carrera Manuel
ResponderEliminar